El cáncer de próstata es el crecimiento maligno de la glándula prostática. Cuando el cáncer de próstata avanza, invade las células vecinas, para deformar la estructura interna y externa de la próstata; posteriormente puede salirse de ella e invadir las estructuras vecinas, como las vesículas seminales, la vejiga y el recto. En fases avanzadas de la enfermedad, a través de los vasos linfáticos y sanguíneos, las células cancerosas se diseminan a sitios distantes, como los ganglios y los huesos, lo que se denomina metástasis. El crecimiento y la diseminación del cáncer de próstata dependen de la presencia de la hormona masculina (testosterona) producida por los testículos.
Cuando se diagnostica el cáncer de próstata, lo podemos encontrar en una de tres fases:
- Localizado: No ha salido de la próstata.
- Localmente avanzado: Compromete la próstata y tejidos vecinos.
- Avanzado: Ya ha salido de la próstata y se encuentra en otros órganos, como los ganglios linfáticos o los huesos.